miércoles, 3 de mayo de 2023

LAVADO DE ACTIVOS CON TECNOLOGÍA

GALO LIMA, Oficial de Cumplimiento y Seguridad Informática, 0981478818, galolima@hotmail.com

La vertiginosa revolución tecnológica que vivimos llega a todos los rincones de nuestra sociedad. El mundo de las finanzas, la inteligencia artificial, los activos virtuales y el comercio no es ajeno a esta evolución. Vemos continuamente la aparición de nuevas formas de realizar transacciones, nuevos espacios de comercio virtual, novedosos medios de pago e incluso nuevas formas de representar el dinero, más allá del concepto tradicional. Estos cambios, ya no debieran sorprender a nadie, son aprovechados de manera inmediata por los delincuentes para favorecer sus actividades creando nuevas modalidades delictivas vinculadas a estas tecnologías.

El aprovechamiento de los beneficios obtenidos por actividades delictivas ha encontrado en el nuevo ecosistema financiero virtual una nueva forma de conservar, transferir, ocultar, y dar salida a esos activos mediante lavado en criptodivisas.

Resulta un reto nada sencillo de abordar el dar una respuesta policial a tales actividades, exigiendo una rápida adaptación, creación de estructuras y dotación de medios y de formación adecuada a agentes especializados.

Para esto es importante conocer, aunque sea de forma superficial, que actores intervienen en este nuevo ecosistema virtual y que impacto tiene cada uno en la consecución del lavado de capitales.

Palabras clave: Activos Virtuales, blockchain, bitcoin, criptoactivos, disrupción, tecnologías financieras.

ACTIVOS VIRTUALES.- Los activos virtuales surgieron como una propuesta de esquema alternativo para realizar pagos, en el cual se evita la participación de terceros confiables en el proceso de una transacción.

BLOCKCHAIN .- Cadenas de bloques, en realidad, se trata de una enorme base de datos que recoge y almacena la información de manera compartida y descentralizada. De esta forma se crea un registro que es único pero que a su vez generan copias sincronizadas, lo que hace imposible manipular los datos.

BITCOIN.- Es una moneda digital descentralizada y un sistema de pago sin banco central o administrador único.La criptomoneda fue concebida en el año 2008 por una persona o grupo de personas bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto,  cuya identidad concreta se desconoce.

CRIPTOACTIVOS.- El término “criptoactivo” mismo se refiere a un espectro amplio de productos digitales que se emiten de forma privada con tecnología similar (criptografía y, a menudo, registros distribuidos) y que se pueden almacenar y comercializar utilizando principalmente billeteras digitales y bolsas.

DISRUPCIÓN .- Un término que hace referencia al cambio del modelo tradicional de negocio debido a la irrupción de las nuevas tecnologías, lo cual afecta a la totalidad de la estructura corporativa. La disrupción digital en las empresas es por tanto un cambio a nivel global que supone romper con lo establecido. La disrupción digital en las empresas se define como una alteración producida por un cambio a raíz del desarrollo de las nuevas tecnología, cambiando por completo los modelos de negocios tal y como se conocían hasta ahora.

TECNOLOGÍAS FINANCIERAS.- La fintech, fintec o tecnología financiera es una industria financiera que aplica nuevas tecnologías a actividades financieras y de inversión.

ASPECTOS del lavado de DINERO mediante criptoactivos

Antes de analizar las peculiaridades del lavado de activos mediante criptoactivos, se debe señalar que el blanqueo de dinero es un medio de mantenimiento y supervivencia de las organizaciones delictivas, que genera altos rendimientos a partir de diferentes actividades ilegales, pero que requiere introducir dinero en el circuito legal para poder utilizarlo y beneficiarse de él. Por lo tanto, la lucha contra el lavado de activos tiene un alcance más amplio que la investigación de tipos específicos de delitos. El lavado de activos tiene que estar vinculado a una actividad delictiva (narcotráfico, tráfico de armas, trata de seres humanos, terrorismo, fraude fiscal, corrupción, etc.). El desmantelamiento de una organización criminal, materializado solo en el arresto de individuos que han participado en delitos, no es la respuesta más completa y efectiva, ya que las organizaciones se reestructuran rápidamente. Por tanto, es necesario analizar, bloquear e intervenir en el sistema financiero de una organización criminal (redes corporativas, fideicomisos, cuentas bancarias, bienes muebles e inmuebles, etc.) con el fin de debilitar y, en algunos casos, paralizar su actividad ilícita (GAFI 2012).

Para el GAFI (2018), el lavado de activos puede definirse como el procesamiento del producto del delito para ocultar su origen ilegal. Las regulaciones gubernamentales que rigen el lavado de activos pueden dividirse en dos; por un lado, el preventivo, centrado en la evitación de comisión de infracciones y, en concreto, para evitar el lavado; por otro lado, el represivo o punitivo, que es cuando los actos realizados conducen a una infracción independientemente de la etapa en que se encuentre el ilícito.

Tradicionalmente se ha aceptado que la división teórica de la operación de lavado de dinero se compone de tres fases, aunque muchas veces tal división puede parecer irreconocible.

Estas fases se superponen, son simultáneas y desordenadas, con métodos de blanqueo cada vez más complejos, razón por las que algunas de las fases pueden repetirse varias veces antes de entrar en legal circulación. Siguiendo una terminología utilizada por el GAFI (2018), sobre lavado de activos, este delito generalmente se desarrolla en las siguientes tres etapas: primera, colocación; segunda, estratificación, diversificación o conversión; y finalmente, integración o inversión. A continuación, se describen brevemente las tres etapas:

  1. Colocación: Esta es la primera etapa del proceso de lavado, en el que el dinero “sucio”, ya sea en efectivo o materializado en cualquier tipo de bienes obtenidos ilícitamente, cambia de ubicación, y queda fuera del control de las autoridades.
  2. Estratificación, mezcla, diversificación o conversión: Esta es la segunda fase del proceso de lavado de activos y consiste en la mezcla del dinero o los bienes en diversas empresas e instituciones financieras. El dinero se transporta a otros lugares para ocultar su origen ilícito. Lo importante aquí es adquirir activos para transferirlos o intercambiarlos con otros de origen lícito. En esta etapa, una vez que el dinero entra en los circuitos financieros, se hacen movimientos para ocultar su origen, con el fin de erradicar cualquier posible vínculo entre el dinero colocado y su origen. Las técnicas más frecuentes son enviar el dinero a paraísos fiscales o centros offshore, para asegurar que los fondos circulen a través de diferentes países, instituciones y cuentas mantenidas por diferentes personas físicas o jurídicas.
  3. Integración o inversión: Esta es la última etapa del proceso de lavado de activos. El dinero procedente de actividades delictivas se utiliza para actividades financieras, que suelen ser legítimas. En esta etapa se realizan inversiones comerciales, se otorgan préstamos a particulares, se compran bienes y se realizan todo tipo de transacciones a través de registros contables y fiscales, que justifican el capital de manera legal, dificultando el control. Por lo tanto, el dinero se coloca de nuevo en la economía, con la apariencia de la legalidad. En esta fase, una vez colocado y estratificado el capital, el dinero vuelve al circuito financiero legal mezclado con otros elementos lícitos.

El mismo proceso de tres etapas se aplica a los criptoactivos, pero las complejidades asociadas con cada etapa son inherentemente diferentes. Por ejemplo, en la etapa de colocación, los fondos se mueven de un banco tradicional a una cuenta con un servicio de cambio de criptoactivo con el fin de comprar monedas primarias como bitcoin o Ethereum. Luego, en la fase de capas (Estratificación), las monedas primarias se intercambian por varios criptoactivos, alternativos, que permitan mayor privacidad, en un intento de enturbiar el papel electrónico, lo que hace más difícil para las fuerzas del orden seguir el rastro de dinero. Este proceso también se conoce como salto de cadena. Luego, en la etapa de integración el lavador puede cambiar esos criptoactivos de nuevo a otros activos más conocidos, que luego se pueden cambiar de nuevo por dinero tradicional. Mientras que la descripción es de nuevo demasiado simplificada, el relato pretende describir un esquema bien diseñado pues, al fin y al cabo, las criptomonedas han sido vistas como una oportunidad de inversión única y lucrativa, no solo con el fin de lavar activos. Como resultado, puede ser difícil detectar la identificación de actividades de colocación o el reconocimiento de una transacción sospechosa iniciada a través de un intercambio de criptomonedas y deslindarla de una rápida y fácil inversión. Esto es especialmente complejo si la criptomoneda intercambiada no tiene suficientes protocolos de conocimiento de su cliente y favorece el anonimato.

Asimismo, si el servicio de intercambio no lleva un registro adecuado de sus clientes ni hace un intento razonable de verificar la información, las autoridades encargadas de la investigación no disponen de suficientes recursos para investigar cualquier actividad sospechosa. Desafortunadamente, eso es exactamente lo que está sucediendo con ciertos intercambios de criptoactivos, pues los delincuentes conocedores de la tecnología están abriendo cada vez más cuentas con nombres falsos en los mercados extranjeros que no cumplen con las leyes más restrictivas con el almacenamiento o transmisión de los criptoactivos. De hecho, aunque los investigadores pueden seguir los fondos mediante el análisis de la blockchain, puede que no sean capaces de conectar esos fondos a un culpable en el mundo real, y ese es precisamente el actual reto que se presenta en la investigación del delito de lavado de activos.

tIPOLOGÍAS de lavado de DINERO mediante criptoactivos

Gracias a la creciente cooperación judicial y policial internacional existe un completo sistema de prevención y represión del lavado de activos, pero, desde el prisma opuesto, también las organizaciones delictivas se actualizan y evolucionan sus técnicas, ya sea con personal especializado o mediante contactos con entidades dedicadas al lavado de dinero. A través de los criptoactivos están surgiendo nuevas metodologías para el lavado de activos que dificulta la lucha de los países contra este tipo de delincuencia organizada. A continuación, se van a exponer las modalidades más usuales de lavado de activos mediante criptoactivos.

 

Minado de criptoactivos

La minería en el mundo de las criptomonedas puede definirse como el conjunto de procesos necesarios para procesar y validar las transacciones de un criptoactivo utilizando una red blockchain. El protocolo solo permite que estas transacciones sean procesadas por usuarios especializados llamados mineros. Dentro de dicha red, para que una transacción sea validada, un problema matemático complejo debe ser resuelto mediante complejas claves. Una vez descifrado el problema matemático, la transacción se añade como otro bloque, volviéndose irreversible.

El primer usuario que logra resolver el problema matemático recibe una recompensa en forma de un número de criptomonedas, tras lo que estos activos entran en circulación. Los mineros, además de desbloquear monedas y añadirlas a la red, también comprueban las operaciones realizadas.

Prácticamente todas las criptomonedas virtuales descentralizadas se generan a través de la minería, por lo que un número de usuarios, los mineros, son quienes se encargan de realizar las tareas mencionadas, sin que actualmente se pueda conocer (ni siquiera de forma aproximada) las personas que actualmente se dedican a dicha actividad. El equipo minero es bastante caro, más de $2000 por unidad, muy ruidoso, y consume una gran cantidad de energía. Actualmente, por tanto, es necesario tener una gran capacidad tecnológica para poder extraer monedas virtuales, así como suficientes recursos económicos y altos conocimientos informáticos para extraer criptomonedas simultáneamente. A ello se añade que el equipo de minado ha de ser instalado en un lugar insonorizado.

Por estas razones, las empresas u organizaciones que realizan esta actividad tienden a elegir países donde la electricidad es más barata o países más fríos donde se necesita menos refrigeración.

Existen organizaciones que obtienen dinero ilícito a través de diversas actividades delictivas y necesitan blanquearlo, usar ese dinero para comprar equipo minero, con el fin de minar criptoactivos.

Una vez que los beneficios se obtienen a través de la minería, podrían reinvertirse en cualquier activo o en una actividad aparentemente legal, cuyos beneficios pueden justificarse ante las autoridades.

 

Intercambios

Se trata de plataformas virtuales que facilitan el intercambio de criptoactivos para garantizar que los clientes puedan transformar dinero real en dinero virtual y viceversa, a través de diversos mecanismos de pago tales como como transferencias bancarias o tarjetas de crédito.

Las bolsas actúan como carteras para sus clientes, ya que depositan sus fondos en estas plataformas. Las bolsas suelen cobrar tasas por el uso de sus servicios.

Desde el punto de vista del lavado de activos, los tres riesgos asociados al uso de las bolsas son los siguientes:

  1. Tradicionalmente no han sido sujetos obligados en cuanto a la prevención del blanqueo de capitales, aunque cada vez mayor legislación les incorpora como nuevos sujetos obligados, con su inscripción en registros concretos, con obligaciones parecidas a las entidades bancarias.
  2. Los mandantes no operan desde el país en el que está radicada la plataforma.
  3. Pueden ser controladas directamente por la organización de lavado de dinero.

Hasta ahora, como no son sujetos obligados, la política de identificación del cliente ha sido definida por la propia empresa; por lo tanto, los datos requeridos a los clientes han sido muy variables. Diferentes organizaciones internacionales, como el Grupo de Acción Financiera (GAFI) recomiendan que se actualice la legislación internacional sobre la prevención del blanqueo de dinero para garantizar que estas empresas puedan convertirse en entidades obligadas. Por lo tanto, a partir de ahora deberían establecerse controles de prevención del lavado de activos y exigir-cumplir ciertas normas en las políticas de identificación de clientes.

 

Traders locales

Estas son personas que se anuncian (principalmente a través de la darkweb) para cambiar moneda virtual por moneda real, la compra y venta de criptomonedas con el efectivo como un intercambio de co-trading. Las indicaciones que podrían vincularse a las operaciones de blanqueo de dinero serían las siguientes:

  1. Operar con moneda virtual a partir de efectivo en volúmenes significativos.
  2. Realizar cambios de moneda virtual con efectivo utilizando canales que implican pagar altas comisiones y/o soportar peores tipos de cambio que los métodos alternativos.
  3. Intercambios hechos en lugares inusuales y anónimos. En muchos casos, las ventas y compras se organizan a través de foros de Internet (p2p) y los intercambios tienen lugar físicamente para garantizar que el comprador de las criptomonedas paga en efectivo y el vendedor simplemente proporciona su contraseña de cuenta.
  4. La compra se realiza con beneficios directos de otras actividades ilícitas.

Cajeros automáticos (ATM´s) de criptoactivos

Estos son los cajeros automáticos que se utilizan para introducir dinero en efectivo y transformarlo en la moneda virtual que se envía a la cartera del usuario; también es posible vender criptomonedas en efectivo. Los cajeros automáticos suelen instalarse en tiendas abiertas al público y normalmente no son objeto de licencia; por lo tanto, sus medidas de instalación, mantenimiento y seguridad no están reguladas ni supervisadas por ningún organismo público. El funcionamiento de un cajero automático en moneda virtual es el siguiente:

  1. El cliente introduce dinero en efectivo en el cajero automático que la persona quiere transformar en dinero virtual.
  2. El cajero automático envía al cliente el importe equivalente en moneda virtual, menos la comisión cobrada por la operación, a la cartera indicada por el cliente.
  3. La bolsa vinculada al cajero entrega la misma cantidad de moneda virtual al operador a precio de mercado.
  4. El operador recarga el monedero del cajero mediante la transferencia de la moneda virtual de la bolsa.
  5. El operador recoge efectivo del cajero automático.
  6. Finalmente, el operador deposita el efectivo en el banco y realiza una transferencia a la bolsa.

Los cajeros automáticos aumentan el riesgo de lavado de activos, ya que permiten la introducción directa de efectivo en los cajeros automáticos, sin una identificación previa efectiva.

Videojuegos y casinos online

La última tendencia en el lavado de activos es el uso de videojuegos en línea, que es muy simple y aparece en tutoriales en diferentes plataformas de vídeo digitales como YouTube. Hay numerosos videojuegos en línea que son utilizados por los delincuentes para lavar su dinero. Un ejemplo de esta práctica es el videojuego “Fortnite”, que permite la compra de su moneda virtual, llamada V-Bucks, mediante la adquisición de tarjetas que contienen un código de seguridad. Estas tarjetas se revenden en Internet, a cambio de Bitcoins, a los usuarios del videojuego a un precio por debajo del precio de mercado.

Otra forma de lavado a través de este videojuego (o similares) es utilizando un sistema llamado Carding (uso ilegítimo de tarjetas de crédito con fines de lucro para cometer fraude). El procedimiento es muy simple: Se requiere un ilícito anterior como es el robo de tarjetas a un tercero, que se utiliza para completar el perfil de un jugador poderoso que compra artículos en el videojuego con la tarjeta robada y luego los vende a cambio de moneda virtual.

Una vez que tenemos una criptomoneda de origen ilícito, existen diferentes métodos para blanquearla e introducirla en el sistema tradicional, como los explicados en este apartado.

Otro método común para lavar dinero es a través del juego en un casino. En teoría, un criminal podría comprar fichas en un casino con su dinero mal obtenido, jugar algunas rondas de un juego de mesa, como el blackjack o el póquer, y luego cobrar las fichas por dinero limpio del casino. Si la persona pierde dinero en el proceso, generalmente se acepta que ese es el costo de hacer negocios. Naturalmente, sin embargo, si el lavador gana, el dinero todavía se limpia, y además se obtiene un beneficio inesperado. Mientras que los casinos ciertamente tienen una serie de salvaguardias en su lugar para monitorear y evitar que este tipo de actividad ocurra, puede ser mucho más difícil monitorear la actividad en un casino en línea offshore.

Según un informe de 2018 contra el blanqueo de dinero de la firma de seguridad de criptomonedas CipherTrace, hay entre 100 y 200 sitios de juego en Internet que permiten el juego a través de criptoactivos (Cryptocurrency Anti-Money Laundering Report, 2018). Al igual que en un casino regular, los fondos se pueden transferir a un casino en línea con fines de apuestas, pero presumiblemente también se puede retirar sin un número mínimo de apuestas realizadas o una cantidad mínima de dinero gastado. Según el informe, el principal desafío con la vigilancia del blanqueo de dinero a través de los casinos en línea es que debido a que estos sitios de juego tienen poco o ningún conocimiento de su cliente, es difícil para las fuerzas de seguridad obtener información sobre las transferencias de entrada y salida de estos.

Mixers

Se puede traducir literalmente como mezclador, y es un servicio ofrecido por algunas plataformas virtuales para asegurar que sus clientes puedan ocultar el origen de los criptoactivos que están registrados en la blockchain; de hecho, se anuncian como una forma de tener más anonimato en las operaciones. Estas plataformas mezclan el dinero de todos los usuarios que tienen y lo intercambian, perdiendo así la trazabilidad de las transacciones.

 

Proveedores de servicios y bienes

Cada vez hay más empresas que aceptan el pago de bienes y servicios directamente con moneda virtual, lo que conlleva un gran riesgo, ya que facilita el lavado de dinero de origen ilícito. Una simple búsqueda en Internet muestra sitios web donde se puede consultar la lista de empresas y empresarios que aceptan legalmente pagos con virtual moneda, incluidas las relacionadas con viajes, ocio, tiempo libre, videojuegos, tiendas digitales, tarjetas de regalo, ordenadores, electrónica, etc.

Las empresas mencionadas pueden hacer que la gente piense que los criptoactivos solo se utilizan para comprar bienes y servicios con un precio limitado, no muy alto. Sin embargo, esta afirmación no es cierta, ya que podemos comprar bienes con un alto valor de mercado, como una casa o un vehículo. Para ello, es necesario que ambas partes, comprador y vendedor, estén convencidos de llevar a cabo la transacción en estas condiciones. Por lo tanto, el valor del bien debe fijarse por adelantado; sin embargo, la volatilidad del dinero virtual significa que, en el momento de firmar la compraventa, el precio del bien puede variar drásticamente en cuestión de segundos, con los riesgos inherentes a tal tipo de cambio.

Podemos ver cómo ciertas criptomonedas, especialmente Bitcoin y Ethereum, son cada vez más aceptadas como forma de pago; es más, como se expuso, en El Salvador, el Bitcoin ya está considerada moneda de curso legal.

 

Tarjetas bitcoin

Otra forma de lavado de activos se lleva a cabo mediante el uso de tarjetas de crédito precargadas con saldos en moneda virtual, llamadas tarjetas “bitcoin to plastic”. Estas tarjetas están cargadas con moneda virtual y se utilizan para pagar en euros o dólares. Las características esenciales de estas tarjetas son las siguientes:

  1. Es una Visa, Mastercard o similar prepagada, emitida por un emisor de tarjetas con licencia para operar.
  2. Es una tarjeta en euros, dólares u otra moneda oficial.
  3. Es comercializado a los usuarios finales por un proveedor de tarjetas, que tiene algún tipo de acuerdo con un emisor de tarjetas o es un emisor de tarjetas.
  4. Hay una página web para el usuario, ofrecida por el proveedor de la tarjeta.
Estas tarjetas de Bitcoin se pueden clasificar como:
  1. Física o virtual, dependiendo de si la tarjeta es emitida física o virtualmente.
  2. Verificado o no verificado: Depende de si la identidad ha sido verificada por el emisor del proveedor de la tarjeta. Cuando dicha verificación no se haya llevado a cabo o no se haya controlado de forma eficaz, no se verificará.

Estas tarjetas de crédito, precargadas con saldos en moneda virtual, se utilizan en línea pagos o vendedores que aceptan el pago con las compañías usuales. También se utilizan para retiradas de efectivo a través de cajeros automáticos. Ambos métodos son la forma casi perfecta de lavar dinero, ya que prácticamente no dejan rastro. Dependiendo del nivel elegido, no es necesario proporcionar ninguna documentación, o, si es necesario proporcionarla, se puede enviar documentación falsa, o la de un tercero. Esto hace difícil analizar la transacción, haciendo imposible conocer al verdadero propietario de la tarjeta, y favoreciendo la opacidad de las operaciones realizadas. Al elaborar este Estudio se comprobó que ese tipo de tarjetas se pueden comprar incluso por Amazon o proveedores de comercio electrónico similares. 

GALO LIMA, Oficial de Cumplimiento y Seguridad Informática, 0981478818, galolima@hotmail.com