Transferir dinero a una persona, pagar el taxi o las compras en
una tienda desde el celular pronto será posible. La Junta de Política y
Regulación Monetaria y Financiera aprobó esta semana las tarifas para las
transacciones que se realizarán desde la billetera móvil (Bimo), que
reemplaza al llamado dinero electrónico.
A partir de que se publique la resolución deberá transcurrir
alrededor de un mes para que Bimo pueda ser usada por los clientes. Aunque la
plataforma está lista desde el 2018, se requiere de tiempo para conectar
adecuadamente la tecnología, explicó Julio José Prado, presidente de la
Asociación de Bancos Privados (Asobanca).
El cliente podrá hacer varias transacciones a través de Bimo. De
ellas, la Junta anticipó las tarifas de dos: enviar dinero y hacer retiros en
efectivo.
Las transacciones como apertura de cuenta básica, consulta de
saldo o de movimientos, desafiliación de usuario, bloqueo y cambio de
contraseña no tienen costo.
Bimo es la aplicación creada por la banca privada para incrementar
la bancarización y reducir el uso de efectivo. Para usar la plataforma, el
usuario debe tener un smartphone e Internet. En la página web de Bimo se
puede hallar información sobre el funcionamiento del servicio, que será
operado por Banred.
Las transferencias son sencillas y rápidas. El cliente
únicamente debe ingresar el valor y escoger al receptor del dinero a través
de varias opciones: el número de teléfono celular de la persona que recibirá
el pago o el escaneo de los códigos QR, los cuales se colocarán como adhesivo
en los negocios, taxis o buses.
La billetera móvil es el número celular del cliente y estará
asociada a la institución financiera en la que mantiene la cuenta bancaria.
Si no tiene una, el cliente la puede abrir desde la ‘app’ mientras se afilia
a Bimo. La apertura de esta cuenta básica permitirá ampliar los servicios
financieros para personas que no están bancarizadas, destacó el presidente de
la Asobanca.
“No se requiere un monto inicial como requisito. Es una cuenta
básica que tiene algunos límites en montos a transferir, pero es muy útil
para personas que no están bancarizadas”.
El primer paso es descargar la aplicación desde App Store o
Google Play. Una vez instalada, la plataforma solicita el ingreso del número
celular; datos personales como nombre, número de cédula y fecha de
nacimiento; pide escoger la institución financiera que prefiera; solicita
ingresar una clave numérica de seis dígitos; y, finalmente, completar preguntas
de seguridad e ingresar un código enviado como SMS.
Bimo mostrará un mensaje indicando que la afiliación se hizo con
éxito. A diferencia de las aplicaciones móviles que hoy tienen entidades
financieras, los nuevos programas se enfocarán en operaciones de pequeños
montos. El Presidente de la Asobanca explica que el sistema es seguro y
amigable. “Bimo nos abre nuevas posibilidades. A futuro se podría usar para
el pago de peajes o del pasaje en el Metro de Quito”.
El dinero electrónico, que estaba a cargo del Banco Central del
Ecuador, cesó definitivamente en el 2018, en cumplimiento de la Ley de
Reactivación Económica (2017) y dio paso a las plataformas privadas. En los
cuatro años que funcionó no logró consolidarse y hasta hubo irregularidades
detectadas por la Contraloría del Estado.
La principal inquietud que generaba la plataforma estatal era
que podía ser una ventana para crear una moneda paralela al dólar, algo que
siempre negaron las autoridades de la época. Hasta diciembre del año pasado,
el Banco Central del Ecuador registraba 190 292 cuentas cerradas. Aparte,
quedó un saldo de USD 2,6 millones en cuentas, cuyos propietarios no
realizaron el trámite de cierre en el tiempo permitido. Esos recursos pueden
ser retirados en el Central.
Con la billetera móvil se podrá usar hasta USD 1 576 mensuales
Operaciones como enviar y retirar dinero a través de la
billetera móvil (Bimo) tendrán límites diarios y mensuales, porque operará
con cuentas básicas, que tienen ciertas restricciones a diferencia de las
cuentas tradicionales de ahorros o corriente.
El usuario podrá depositar o retirar al día hasta un monto
equivalente a un salario básico unificado (USD 394). Al mes, los depósitos y
retiros mensuales acumulados están autorizados por un máximo de cuatro
salarios (USD 1 576). Y el saldo mensual en la cuenta básica no podrá superar
el valor de dos salarios (USD 788).
Los montos están determinados en dos resoluciones de la Junta de
Política y Regulación Monetaria y Financiera, 503 y 518, del 1 de marzo y 14
de junio de este año, respectivamente.
La primera está dirigida a bancos (públicos y privados),
mientras que la segunda se enfoca en cooperativas de ahorro y crédito, y
asociaciones, mutualistas de ahorro y crédito para la vivienda. Ambos
documentos señalan que una persona no podrá tener más de dos cuentas básicas.
Si el cliente del sistema llega a los montos máximos permitidos
mensualmente, ya sea con pocas o muchas transacciones o que estas ocurran en
los primeros días del mes o al final, no podrá hacer uso de la plataforma
hasta el mes siguiente.
“De lo contrario, esto abriría las puertas a un posible lavado
de dinero”, sostuvo Marcos López, delegado del Presidente de la República
ante la Junta.
Los actuales clientes del sistema financiero que deseen usar
Bimo lo podrán hacer vinculando sus cuentas de ahorros o corriente, pero
estarán sometidos a las mismas reglas de quienes únicamente tendrán una
cuenta básica, explicó López.
El usuario de Bimo puede enviar un código para que una persona
que no está afiliada a esta plataforma pueda retirar el dinero, explicó Pablo
Narváez, gerente general de Banred, empresa responsable de la creación del
sistema.
Por cada envío de dinero, la persona que haga la transferencia
pagará USD 0,09. El retiro en un cajero automático costará USD 0,45 y USD
0,31 desde corresponsales no bancarios. A estos valores se debe aumentar el
12% del IVA.
Según la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), las tarifas
“únicamente cubren los costos de operación”. Además, estima que “es muy poco
probable que algún usuario de Bimo quiera retirar de un cajero en efectivo su
dinero”.
En cuatro semanas o hasta finales
de septiembre arrancaría el nuevo servicio financiero.
La billetera móvil o BIMO, un servicio bancario para realizar pagos
con el celular, entrará a funcionar en cuatro semanas, o máximo hasta finales
de septiembre, con 28 entidades financieras. Son 13 bancos y 15 cooperativas
y mutualistas.
Al momento se ha pensado que el monto máximo de transacción será de
alrededor de $ 50. También podrán establecerse límites semanales y/o
mensuales.
“La billetera móvil #Bimo es un servicio respaldado por
recursos reales de una manera rápida, segura, en tiempo real tan sólo con tu
celular, las 24 horas del día.”
En la actualidad hay dos tipos de segmento que podrán utilizar el
servicio: el bancarizado y el no bancarizado. Los primeros podrán pedir a su
banco este nuevo servicio asociado a una sola cuenta bancaria.
Desde esa cuenta podrá pagar servicios de bajo valor de persona a
persona, sabiendo su número de teléfono.
En cambio, los clientes no bancarizados podrán abrir su cuenta desde
su celular y recibir dinero en su nueva billetera móvil. Es un primer paso en
la inclusión financiera.
La Junta de la Política de Regulación Monetaria y
Financiera aprobó las tarifas para el funcionamiento de las
billeteras móviles, tanto de los bancos como de las cooperativas (BIMO y
BICO). Estas billeteras son aplicaciones de bancos y cooperativas para
realizar pagos a través del celular.
La tarifa por cualquier transacción será de $ 0,09, y que
será pagada por quien haga el envío. Sin embargo, como el objetivo de las
billeteras es generar un menor uso del dinero físico, el descargo de esas
transferencias en cajeros y ventanillas costará unos $ 0,45.
Una forma de inclusión financiera se podrá abrir la cuenta básica para
quienes no tienen una cuenta. Se establecerán reglas claras y límites de
transaccionalidad para evitar lavado de activos “al pitufeo” (a través de
pequeñas transacciones). Las limitaciones se definirán en base a estudios de
la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).
“El problema es que el marco normativo es deficiente,
hay que acercarse a las normas de Basilea y leyes internacionales. Hay que analizar
cómo cambiar y fijar la tasa, el interés, las comisiones, etc.”
“Hay que recordar que en 2020 el país debe
pasar el examen de la GAFI, para ir de a una calificación gris o negra a una
blanca. Esto permitirá atraer más capitales, que confíen que no habrá peligro
de dineros ilícitos”, acotó. Prefirió no adelantar los valores del tarifario,
pero manifestó que serán accesibles.
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Asesoramiento en temas relacionados a prevención de delitos. Determinación de criterios condición causa y efecto (hallazgos). Matriz de riesgos con software especial aplicando estadares internacionales para toda clase de empresa.
martes, 20 de agosto de 2019
BILLETERA MOVIL (BIMO) - INFOGRAFÍAS
jueves, 15 de agosto de 2019
Información de caso Coopera se había blindado con seis resoluciones de tres superintendentes
QUITO.
Margarita Hernández e Iván Granda dieron a conocer la desclasificación de
información de Coopera.
Quito
-
Mediante seis resoluciones emitidas
por los exsuperintendentes de Economía Popular y Solidaria (SEPS) Hugo Jácome
Estrella, Kléver Mejía Caguasango y Patricio Rivera se logró blindar hasta por
15 años la información sobre el caso Coopera. Sin embargo, ayer, a través de la
presentación de otra resolución, esta vez emitida por la actual superintendenta
del ramo, Margarita Hernández, se desclasificó dicha información. Así lo
anunciaron tanto el secretario Anticorrupción de la Presidencia, Iván Granda,
como Hernández.
El caso Coopera se destapó en 2013,
cuando se conoció de una triangulación de dineros que venían desde Venezuela y
que eran enviados a paraísos fiscales por parte de dicha cooperativa. El
gerente de la entidad era Rodrigo Aucay, candidato a asambleísta por el partido
oficialista Alianza PAIS.
De acuerdo con Granda, el Código
Monetario prevé que haya reserva de la información durante 180 días, pero
lamentó que diversas resoluciones hayan blindado esa información e impedido así
la transparencia en el tema.
La desclasificación actual, en
cambio, permitirá que las autoridades que no cumplieron con su papel de
controlar a esta entidad puedan ser investigadas. En un resumen oficial se
recordó que el control de este tipo de cooperativas estaba a cargo de la
Dirección de Cooperativas del MIES. Para esa fecha ejercía el cargo Doris
Soliz.
Soliz
ayer aseguró que solo estuvo para el proceso de transición y deslindó
responsabilidades. En todo caso, la ministra que le antecedió a Soliz fue
Ximena Ponce. (I)
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