La pandemia del coronavirus lastima la vida de millones de
personas en el planeta y frena la economía mundial. Las noticias malas
llegaron desde China. La importancia de esa potencia en la economía mundial
es el capital, mucho más en un mundo de negocios interconectados e interdependientes.
China es gran comprador de petróleo y su paralización de transporte,
fábricas, educación y movilización humana durante semanas sacudió el mercado
mundial del crudo. Los tres productores mundiales de petróleo más importantes
también juegan su papel. Estados Unidos guarda su producción y suspende la de
esquisto; mientras tanto, Arabia Saudita inunda el mercado por su inédito
‘impasse’ con Rusia. El precio del crudo internacional se derrumbó en los
últimos días. Llegó ésta semana a menos de USD 20 por barril, para nuestro
crudo marcador (West Texas Intermediate). Ya se sabe que el petróleo
ecuatoriano tiene, además, un castigo por calidad. El problema es que el
Presupuesto 2020 cifraba un estimado de USD 51, mucho más alto que la
realidad tras la crisis. La economía del Estado depende en buena medida del
petróleo. Las exportaciones, y los ingresos que generan, también atraviesan
dificultades. Aunque se ve con esperanza la pronta reapertura del mercado
chino para el camarón y frutas. La gran crisis de paralización que acarrea el
coronavirus es evidente. Además de los sectores agrícolas, de alimentos y
bebidos, que siguen trabajando con dificultad para mantener abastecido al
mercado, el sector de medicinas sigue su marcha. Todos los otros sectores ven
problemas. La Asociación de Bancos Privados promete créditos por USD 12 000
millones para la reactivación y un banco anuncia beneficios especiales.
Primero cuidar la salud, salvar la vida y el día después, a levantarnos.
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viernes, 20 de marzo de 2020
Ecuador con una economía frágil
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