Súper
de Bancos dice que liquidación de Amibank es un tema aislado y que el sistema
financiero está solvente El
superintendente de Bancos, Roberto Romero, dice que el 99% de los depósitos
de los clientes del banco Amibank, que entró en liquidación, están cubiertos
con el seguro de depósitos. Fachada
de una de las oficinas del banco Amibank en Quito, 11 de marzo de 2025.- Desde
que entró en liquidación forzosa el Banco Sudamericano, en agosto de 2014, en
Ecuador ningún banco privado había presentado una situación financiera tan
crítica que obligara a la Superintendencia de Bancos a disponer el cese de
sus operaciones, seguida de una liquidación. Pero
casi 10 años después del episodio del Sudamericano, un nuevo banco entrará en
liquidación en país. Se trata del banco Amibank, una institución financiera
pequeña dentro del sector bancario, que nació en 1993, en ese entonces bajo
el nombre de Banco Finca. El
banco cerró 2024 con pérdidas acumuladas por USD 8,1 millones y una
tasa de morosidad de sus clientes de 29,9%, la más alta del sector bancario
privado, que en promedio es de apenas 3%. Además,
según la Superintendencia de Bancos, la entidad tenía un indicador de
solvencia de 6,3%, cuando el mínimo requerido por la ley es 9%. Así
las cosas, desde este 11 de marzo de 2025, un administrador temporal nombrado
por la Superintendencia entró a la matriz de Amibank, ubicada en Quito, y
asumió la administración y la representación legal de esta institución
financiera, que cuenta con 49.883 clientes. Esto,
tras la disposición de la Superintendencia de suspender las operaciones del
banco en las 11 agencias que posee en todo el país; es decir, Amibank no
puede seguir dando créditos ni captando nuevos depósitos. Dos policías resguardaban la matriz de la institución, ubicada en Quito, en la mañana del 11 de marzo tras el anuncio del cese de operaciones, aunque no se reportaron incidentes. Luego de que el administrador temporal asumió la gestión en Amibank, el siguiente paso será nombrar a un liquidador de la entidad, que tomaría unos 15 días, con lo que, el día 16, comenzaría formalmente el proceso de liquidación. Datos clave de Amibank ¿Cómo recuperarán su dinero los
depositantes de Amibank? Pese
a la mala situación financiera del banco, casi todos los depositantes
recuperarán su dinero de manera expedita, dijo el superintendente de Bancos,
Roberto Romero. Romero
adelantó que según los datos preliminares, el 99% de los depósitos en Amibank
están cubiertos por el seguro de la Corporación del Seguro de Depósitos
(Cosede). En
el caso de los bancos privados, este seguro cubre depósitos de cuentas
de ahorro y pólizas por valores de hasta USD 32.000. Esto
significa que los clientes con depósitos superiores tendrán que esperar a que
comience el proceso de liquidación en el que se irán pagando los pasivos con
la venta de los activos. "Llevo
pocas semanas en la Superintendencia, y tomamos con agilidad la decisión de
cesar las operaciones de este banco, me hubiera gustado que se haga antes,
pero no soy responsable de las administraciones pasado", dijo Romero. El
superintendente, que fue posesionado el pasado 27 de enero de 2025, dijo
además que "la ciudadanía puede estar tranquila, la decisión se ha
tomado en un buen momento" Una
vez que el liquidador asuma su cargo en Amibank, una de sus primeras
gestiones será enviar a la Cosede el listado de los clientes con depósitos de
hasta USD 32.000 para que les devuelvan su dinero. Y
cuando Cosede reciba el listado deberá identificar cuáles serán los
"agentes pagadores", es decir, en dónde podrán ir a cobrar su
dinero los clientes, que por lo general son agencias de otros bancos que sí
están operativos. Con
eso, el proceso de devolución de Cosede toma entre tres y cuatro días. Por
otro lado, la entidad entrará en liquidación con 16.582 operaciones de
crédito, que los clientes deberán seguir pagando, pues la liquidación no
implica la extinción de las deudas, aclara Romero. El
cobro de esas deudas de manera eficiente, que ahora será responsabilidad del
liquidador, ayudará a que la liquidación se concrete de manera más rápida,
enfatiza el Superintendente. Una situación aislada, dice la
Superintendencia Romero
explica que desde 2020, las cifras de este banco ya encendieron las alertas
de la Superintendencia, por lo que se realizaron varias supervisiones in
situ y extra situ. En
esas supervisiones, la Superintendencia pidió a los administradores de
Amibank que realice correcciones y mejoras en ciertos procesos, pero la
institución financiera no tomó en cuenta esos pedidos. Por
eso, en septiembre de 2023 la Superintendencia dispuso que el banco
entre a un proceso de supervisión intensiva, que demandaba el cumplimiento
obligatorio de un plan de acción, para, entre otras cosas, disminuir la tasa
de morosidad, fortalecer los controles de lavado de activos y nombrar
gerentes apropiados para la administración. Pero,
nuevamente, Amibank no cumplió, dice Romero y, en lugar de mejorar, su
situación financiera empeoró, por lo que un informe de la Superintendencia,
de febrero de 2025, mostró que la operación del banco se volvió inviable. Antes
de que comience la supervisión, el banco tenía una tasa de morosidad de entre
18% y 19%. Hoy es de 30%. Además,
Romero dice que sorprende que en medio de esa supervisión, los últimos
informes de los auditores externos se abstienen de opinar sobre la
institución, "esto es uno de los peores resultados que uno puede ver
dentro de una auditoría, producto de eso incluso la calificación de riesgo
empeora tanto", añade. Cuando
comenzó la supervisión intensiva, la calificación de riesgo de Amibank era de
B-, pero a marzo de 2025 es de C-. Una
calificación C es una de las más bajas, y muestra que las cifras
financieras de la institución sugieren obvias deficiencias relacionadas con
la calidad de los activos y/o de una mala estructuración del balance. Pero
según Romero, el caso de Amibank es aislado, y no refleja la realidad del
sistema bancario privado, que tiene USD 69.000 millones en activos; esto
equivale casi a 57% del Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador. De
ese total, Amibank tiene USD 74 millones en activos; esto es una
participación mínima, según la Superintendencia. "La
banca en Ecuador es una banca responsable, solvente y cumplidora de la
normativa", añade Romero. Romero
aclara que una de las razones por las que la Superintendencia decidió que el
banco vaya a liquidación, conforme dispone el Código Monetario y Financiero,
es que incumplió con las acciones establecidas en este plan de
supervisión. "No
mejoró la metodología de colocación de crédito ni de recuperación de cartera.
Se ve una falta de modelos de colocación de crédito, que permitan disminuir
la tasa de mora", dice el superintendente. Producto
de eso, las pérdidas llevaron a la inviabilidad del banco. Y precisamente,
esa es otra causal de liquidación de un banco, cuando tiene pérdidas
superiores al 50% del capital social o suscrito y pagado, que no pueden ser
cubiertas con las reservas de la entidad. Romero
menciona que dentro del proceso de supervisión intensiva, uno de los
hallazgos más preocupantes tiene que ver con las acciones requeridas para
controlar el riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo. "Nosotros
solicitamos fortalecer todas las acciones requeridas para combatir el lavado
de activos, ellos debían mejorar ciertas partes de esos procesos, encontramos
debilidades, pero no se subsanaron", dice Romero. |